La teoría del libre movimiento desarrollada por Emmie Pickler,+ nos plantea el hecho de que nuestros hijos son capaces de aprender a moverse por sí mismos, siendo los padres no otra cosa más que observadores y facilitadores de cosas.
Aquí como papás debemos ser capaces de hacernos a un lado y permitir que nuestros hijos descubran su mundo y a ellos de manera personal, recordando que cada niño es diferente y cada uno aprenderá a su ritmo.
Teniendo en cuenta lo anterior, Emmie Pickler llega a la conclusión de que al forzar a los pequeños a caminar o a desarrollar su motricidad pueden presentar problemas en su futuro desarrollo, por lo que asegurarse de no interferir en el desarrollo del movimiento es lo ideal.
Otra cosa que debemos tomar en cuenta es que el desarrollo motriz se presenta de manera espontánea, es decir, que la mayoría de los movimientos de nuestros hijos se dan sin ser forzados; ellos aprenderán cuando su cuerpo se los permita.
Entonces, ¿cómo poner en práctica la teoría?
Algunas de las recomendaciones para lograr que el “libre movimiento” sea efectivo son las siguientes:
- Ponerle una manta en el suelo para facilitarle los movimientos
- Poner a su alcance todo lo que pueda necesitar
- Respetar el ritmo natural de desarrollo
- Dejarlo explorar y explotar sus capacidades
- ¡Que lo intente solo!
Beneficios del libre movimiento
El libre movimiento permite que los niños presenten efectos muy positivos, tales como mostrarse más activos, curiosos, sociables, abiertos, ágiles y más precisos en sus movimientos.
También pueden demostrar un mayor y mejor equilibrio, coordinación y seguridad al momento de explorar nuevos movimientos.
Como papás queremos que nuestros hijos se desarrollen o cumplan con las expectativas, sin darnos cuenta de que esto puede llegar a afectar su desarrollo. Es primordial permitir que se conozcan y sepan de qué son capaces.
¡Comienza a practicar el libre movimiento y observa paulatinamente el desarrollo de tu bebé!